Esta situación no es para nada normal y a todos nos agarró desprevenidos, tanto marcas como a los que nos dedicamos a la publicidad. Las mismas empresas -micro, chica, mediana y grande- no saben qué hacer, cómo operar, pa’dónde correr y esto genera panorama incierto y, como bien lo sabemos, lo primero que se recorta en tiempos de crisis o incertidumbre es el presupuesto de marketing. Mal hecho.
Aunque hay incertidumbre, siempre hay luz al final de camino. Desde mi perspectiva veo que hay comportamientos que se pueden agrupar y por lo tanto, medir y teniendo mediciones es posible crear estrategias para sobrevivir.
Sectores que deben cerrar: aquí entran la mayoría, su tráfico de clientes se irá a los suelos y estarán tratando de vender como se pueda, sin embargo la estrategia no es vender, si no mantener sus clientes, trabajar en la relación con ellos y apapacharlos. Una idea es trabajar en el CRM, enviar emails con información de la situación, hacer llamadas, enviar una tarjeta, etc. Es importante mantener el presupuesto de marketing al mínimo, ser creativos a la hora de contactarlos y esperar a que pase la situación.
Las empresas que no cierran: deben informar sobre la situación, «aquí en X empresa trabajamos con las medidas de sanidad así», «regalamos X cantidad de cubrebocas a los que nos visitan», «nuestra política de sana distancia en el punto de venta opera así», etc. Sus canales publicitarios deben servir para transmitir noticias que sirvan, que den seguridad a sus clientes, convertirse en un portavoz.